La salud bucodental es importante desde la infancia, incluso cuando los niños no tienen dientes. ¿Cómo cuidar la sonrisa de tu bebé?
Mantener una sonrisa sana desde edades tempranas es el primer paso para unos dientes sanos y bonitos en el futuro. Además el desarrollo de los primeros dientes marcará la erupción de los dientes definitivos. Problemas como la caries o el apiñamiento dental se pueden evitar si mantenemos los cuidados óptimos en los más pequeños.
Aunque algunos niños nacen con dientes, en la mayoría de casos comienzan a erupcionar pasados varios meses y hasta los tres años. Una correcta erupción de los primeros dientes es fundamental para un buen desarrollo del bebé. Los dientes de leche influyen en el proceso de habla y articulación de los sonidos, la masticación y mordida… ¿Cómo cuidar la salud bucal de los más pequeños en esta etapa tan delicada?
Cuidados bucodentales en bebés: las claves
Existen varias pautas para mantener una sonrisa sana en la infancia:
Higiene bucal
Si el bebé no tiene prácticamente dientes, lo más recomendable es limpiar su cavidad oral con un paño húmedo o una gasa esterilizada. Especialmente después de cada comida. Con esto evitaremos el desarrollo de la caries del biberón, una de las patologías bucodentales más comunes durante esta etapa.
Transmitir hábitos de higiene
A medida que el pequeño vaya creciendo es fundamental transmitirle una serie de valores sobre la salud bucodental, así como hábitos de higiene. En la actualidad existen muchos productos en el mercado específicos para niños que además contienen flúor. Incorporar este mineral a la rutina de higiene oral es clave para prevenir el desarrollo de caries dental.
No abusar del azúcar
Muchos padres mojan el chupete en azúcar para calmar el dolor de los bebés. ¡Error! Los más pequeños también pueden desarrollar caries si abusan del azúcar y no limpian su cavidad bucodental.
Hábitos saludables
Muchos expertos aconsejan limitar el uso del chupete y evitar que el niño se duerma con el biberón. Además de favorecer la caries, puede alterar la posición de los dientes al salir, por ejemplo apiñados o amontonados en la boca. Lo mismo provoca el hábito de chuparse el dedo, muy habitual entre los bebés.
Visitar al odontopediatra
Después del primer aniversario del bebé, es recomendable llevarlo al odontopediatra. De esta forma el pequeño se irá familiarizando con el entorno de la consulta. Esto puede ser la clave para evitar episodios de odontofobia en el futuro.